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Érase una vez...

[¿Dónde está la musa?]

[¿Dónde está la musa?] Pablo no se cansaba nunca de caminar. Sus ojos estaban cansados de ver tantas cosas. Había viajado por medio mundo y había visitado miles de maravillas que muy pocos habían descubierto.

Cuando se marchaba de casa en busca de un nuevo destino, tan sólo llevaba una maleta no muy grande, una libreta y varios bolígrafos. En sus viajes encontraba la inspiración, encontraba a su musa.

Había escrito infinidad de historias y de cuentos. Era maravilloso leer a Pablo. Sus historias de amor hacían que se te pusiera la piel de gallina. Muchos de sus relatos conseguían que liberases tu mente, que viajases al país de la Fantasía, al país de Nunca Jamás.

Había escrito historias en las que explicaba por qué el mar era tan grande (según Pablo, era porque los ángeles eran tan felices en el cielo y se reían tanto que no paraban de llorar de la risa, y esas lágrimas caían a la Tierra), por qué la Torre de Pisa estaba inclinada (un gigante se durmió apoyado en ella y a la mañana siguiente apareció inclinada o por qué aparecía el sol y la luna (simplemente, porque cuando no se mostraba uno, el otro se iba de fiesta y viceversa). Pablo tenía una imaginación interminable. O al menos eso parecía.

Un día, viajó hasta México. Visitó todos los sitios de interés que había. Probó la comida típica de allí y se mezcló entre sus habitantes para saber más de aquella preciosa cultura. Enfrente del hotel en el que se quedaba, había un parque. En este parque, había muchos bancos, árboles de todas las clases, flores de todos los colores, fuentes… Pero lo que más caracterizaba a este parque era lo limpio que estaba y todos los niños que jugaban en él.

“No voy a encontrar ningún sitio mejor que ese parque para comenzar a escribir”

Bajó y se sentó en un banco. Al lado de este había una fuente pequeña y delante tres niños jugando con una pelota. Abrió su cuaderno. Sacó el bolígrafo del bolsillo de su camisa. Y… Para total asombro de Pablo, no supo qué escribir. Estuvo allí más de una hora intentando inventar una bonita historia pero no consiguió nada.

Siguió viajando. Intentó escribir en lugares en los que nunca había estado. E incluso optó por quedarse en su casa y buscar algún sitio en ella o en su pueblo en el que volviera su inspiración. Pero no volvía. La musa le había abandonado.

Su imaginación estuvo de vacaciones durante tres años y durante ese tiempo Pablo estuvo más triste que nunca. Su verdadera felicidad, que era escribir, ya no la podía llevar a cabo. Un día, se marchó con unos amigos a un pueblo de Aragón, de escapada de fin de semana. Una vez más, intentó escribir una historia en un parque de aquél pueblo.

Ese parque no era como el de México. Apenas había flores y los árboles tampoco eran muy abundantes. Los bancos eran de madera y se veía claramente que eran muy viejos. Sólo había una fuente en todo el parque y para colmo no estaba muy limpio. Sólo había una niña jugando con un palo.

Pablo se acercó a ella.

-Hola. ¿Cómo te llamas? –Le preguntó Pablo.
-Laura.
-Encantado Laura. ¿Qué haces aquí solita? ¿No están tus padres? ¿Y tus amigos?
-Mis padres están trabajando y mis amigos me han dejado sola.
-Vaya. Tenemos algo en común. A mí también me ha dejado solo mi mejor amiga. Se llamaba Musa.
-¿Y por qué te ha dejado solo si era tu mejor amiga?
-Pues no lo sé. Supongo que me aprovechaba demasiado de ella. ¿Sabes? Yo soy escritor y todas mis historias salían de ella. Ella era la que me decía qué tenía que escribir. Supongo que se cansó de darme tantas ideas para escribir.
-Mis amigos me han dejado sola muchas veces. Pero siempre vuelven. Seguro que Musa también lo hará.

Pablo sonrió tristemente y se sentó en uno de los bancos. Abrió su cuaderno y cogió el bolígrafo. Nada. La mente estaba en blando. Miró al suelo. De repente, sintió una mano sobre su hombro. Era la de Laura.

-Yo no me llamo Musa. Me llamo Laura. Pero tal vez pueda ayudarte. ¿Por qué no escribes sobre los niños? Puedes explicar sus juegos. O también puedes imaginarte cómo una madre regaña a un niño y cómo éste niño intenta decirle a la madre que él no ha hecho nada. Lo siento, no sé explicarme bien.
-Te he entendido perfectamente.
-Me gustan mucho las estrellas. Siempre pienso que en cada una de ellas hay un ángel que nos observa, nos protege y de vez en cuando nos concede algún deseo. Si hay dos estrellas muy juntitas, es que dos ángeles se han enamorado.
-Vaya… Eso es muy interesante.
-Mira. Te la regalo.

Ángela le dio a Pablo una pluma de algún pájaro.

-Antes escribían con plumas, y según mis profesores, antiguamente escribían muy bien. Te la regalo para que tú escribas tan bien como ellos.

Pablo sonrió y cogió la pluma. Cuando llegó al hotel, pasó lo que tanto esperaba. Comenzó a escribir. Y empezaba así la historia.

Tanto tiempo creyendo que la inspiración se llamaba Musa, un día descubrí que se llamaba Laura y que era una niña de no más de siete años.

15 comentarios

Marta -

Fabuloso!
Mi musa también anda desaparecido estos días, me cuesta más de lo normal escribir algo coherente, pero... Hay que ser observador, para poder escribir :)

Viento Nocturno -

Cómo siempre me dejas sin palabras. Me encantó tu historia. Me da esperanzas de que encontraré a mi musa, aunque se llame Laura.

Te dejo un beso.

Dynaheir -

bita >>> Ains!!! Qué calladita estabas ehhh jaja. Un placer conocerte :)

Maribel >>> Maribel, ya te contaré. Se ha quedado estancado en la penúltima persona creo, así que en cuanto tenga un poquito de tiempo lo soluciono :)

Sory >>> Sí que me tienes abandonada sí :( mala persona!!! jajaja. Espero que estés genial :)

Sory -

Niña !! Que te tengo abandonada!...
Una historia preciosa,... ! :)
Mi "Laura" anda desaparecida también últimamente,... A ver si la encuentro pronto, aunque quizá para mi tenga otro nombre,... no? ;)
Besazo ! :*

Maribel -

Precioso cuento, como siempre!!

Y...¿El cuento del juego? ¿Me lo he perdido o aún no lo habéis terminado?

bita -

La verdad es que llevo tiempo viniendo por aqui y dejandome envolver por tus palabras...
Escribes de una forma increible, siempre me dejas con los pelos de punta! Seguro que tienes una gran musa!
Besos preciosa!

lau -

q preciosidad...me has dejao impactada!!!

besotesss

Dynaheir -

pequeño qvark >>>> Pásate cuando quieras :) ahora me paso por la tuya!!

4D4 >>> bufff lo voy a tener difícil warri, que toy con las prácticas de las clases :s pero si me animo te llamo :p

Agua >>> Te echaba de menos por aquí!!! Un besito en la punta de la nariz!

Ineiah >>> Gracias tata!

Ineiah -

Genial... simplemente.

Agua -

Me gusta llegar aqui...y leerte siempre haces que sonria y que mi imaginaciòn vuele!!

Un beso en la punta de la nariz!

4D4 -

Queeee bonito warri!!! PErdona que no me haya pasado estos dias, pero he tenido examenes... ya me queda menos, y dentro de nada la feria... avisame si te quieres venir eh?? Mil besitos mi niña, y sigue eskribiendo asi, ke se me ponen los pelitos de punta :)

pequeño qvark -

Es precioso. Me alegro de haberte encontrado, volveré por aquí a menudo. Siempre viene bien recordar cómo eramos cuando niños :)

synnove -

¡hey!

¿De veras que era Pablo, y no Dynaheir? Tu si que escribes bien, e imaginación no te falta para convertir el mar en un charquito de lágrimas.

Un besito!

Dynaheir -

Jajaja. Qué va preciosa, él escribí millones de veces mejor que yo :p pero gracias!!!

Mi escaparate -

Hola wapa,
Me puedo imaginar como escribía Pablo, pero lo que tengo mu claro es que tu eres su sucesora, sigue escribiendo así ...

Besitosssssssssss